Un mundo más verde
Hablamos con Albert Tió de su paso por la cárcel y de sus nuevos proyectos
La primera vez que entré en un club cannábico fue en un cada vez más lejano 2011.
Me llevó un amigo argentino.
Los argentinos siempre se enteran de todo mucho antes.
Se llamaba Airam y estaba en el carrer Ample, una de las arterias principales del barrio Gòtic. Ya entonces yo pasaba poco por el Gòtic.
El espacio hacía honor al nombre de su calle: era amplio y diáfano.
Lo primero que pensé fue: “¿Pero esto existe de verdad?”
Flipé bastante… y sin necesidad de fumar.
Unos días después me entero que “uno de los que lo lleva es Albert Tió”.
Albert Tió hasta entonces era un nombre que me evocaba noches veraniegas de desenfreno hedonista en La Terrrazza, no por nada fue socio, fundador y relaciones públicas, muy importantes aún a mediados de los 90 para atraer a los influencers de la época (y al personal del Satanassa, aquel antro de despiporre gay y petardo que tan buen color le dio a la primera Terrrazza).
Por cierto, si te interesa su historia, que sepas que escribí hace justo tres años un texto en el que recorrí con otro de sus socios fundadores, Julio Amores, la trayectoria del open air del Poble Espanyol en sus 25 primeros años de vida. Lo puedes recuperar desde aquí.
Al poco tiempo de descubrir tremendo garitazo, le pedí una fecha a Albert para celebrar mi 39 cumpleaños en Airam.
También pinché otra tarde con mi amigo el Zorrito, pero no estuvo muy pendiente porque es muy perico y esa tarde jugaba el Espanyol contra el Madrid y se podía ver en pantalla gigante. Se llevó un disgusto y nos liamos otro.
Era un paraíso en la tierra por el que desfilaba cada día mucha, mucha gente. Con el tiempo se instaló un dispensador de números de esos que se utilizan en los establecimientos por donde pasa mucha gente.
Al poco dejé de ir, me entero por los periódicos que lo han chapado y no mucho después me llega la noticia de que Albert Tió está de juicios y que corre riesgo de entrar en la cárcel.
Me llegó una petición para firmar la petición de indulto que, como casi todo lo que firmo, no sirvió para nada. Porque Albert Tió entró en la prisión de Lledoners “para cumplir los cinco años de cárcel que le impuso la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Barcelona por una intervención de marihuana realizada en 2014 en la asociación de usuarios Airam de la que él era secretario”.
El mes pasado mi prima Angels me escribió por Messenger para comentarme que había estado con Albert y que me pasara a verle que había abierto un nuevo local socio-cultural.
Y el otro día me acerqué hasta la calle Casp, entre Girona y Bruc, o sea, en el puto centro de Barcelona.
Volví a flipar con el espacio. Y con la ubicación.
Pensaba los barceloneses ya no teníamos derecho a alquilar nada por el centro de Barcelona.
El espacio no es un club cannábico, pero sí alberga al partido Luz Verde: El primer partido cannábico de ámbito estatal “para impulsar la regulación y frenar la represión del sector”.
Por allí estaba esa mañana de la entrevista su candidato Javier Díaz. Se le veía ilusionado, aunque era consciente de que su partido conseguiría en toda Barcelona “unos, ¿qué?, ¿mil votos como mucho?”.
“La verdad es que nos ha faltado algo de presupuesto para promoción. Mucha gente antes de conocerme me ha comentado que desconocía que hubiera un partido de las características de Luz Verde y que ahora ya saben a quien votar. El descontento general puede ayudarnos, pero un buen presupuesto para una buena campaña aún nos hubiera ayudado más”.
Con Albert Tió estuvimos hablando, en la entrevista que tenéis más arriba en Youtube, de su paso por la cárcel, de como tuvo que “malvender” sus acciones del grupo que gestiona La Terrrazza para poder subsistir estos meses en los que ha estado en prisión, de su posible indulto…
Bueno, de las cosas de las que puedes hablar con una activista que ha pasado un tiempo en la cárcel.
Por lo demás, comentaros que el espacio de la calle Casp tiene bastantes posibilidades. Dos plantas, jardín interior y una sótano con cabina de Dj con dos platos ya montados en el momento de mi visita (el pasado martes 23 de mayo). La asociación está abierta a propuestas y aquí os dejo su cuenta de Instagram por si os queréis poner en contacto con ellos.
También comentaros que en las primeras horas del lunes de la semana pasada, unos días después de esta entrevista, se confirmó que el partido Luz Verde había obtenido dos concejales en el ayuntamiento navarro de Murillo el Fruto (la coalición Adelante Murillo ganó las elecciones por 253 votos a 121 de Luz Verde).
Murillo el Fruto ya puede presumir de ser el primer pueblo en obtener los dos primeros concejales cannábicos de toda Europa.
Vamos a celebrarlo hasta el lunes de la semana que viene.