La tarde que conocí a teteuri.tx me estuvo explicando que uno de su objetivos como Dj era introducir las jotas en las pistas de baile.
Esto tuvo que ser en 2018.
Yo claro, lo miré con ojos muy abiertos pero con el estómago encogido y preguntándome que era lo que me estaba perdiendo.
Entre muchas otras cosas, por aquel entonces, aún estaba por llegar una pandemia y una nueva remesa de productores sin miedo a experimentar con esquejes de nuestro árbol genealógico.
Estaba por nacer, por ejemplo, el sello palentino Samain Music.
Conectamos con Ampudia, pueblo de unos 500 habitantes en la provincia de Palencia, tocando a la de Valladolid, para charlar con su alma mater, Castora Herz.
Ojo porque estaríamos ante el primer entrevistado de Palencia en La Semanada (y echando la vista atrás, puede que también de toda mi vida en 30 años dedicados a entrevistar a artistas).
“Folktrónica es esta mezcla de folklore con electrónica, también se le llama electro-folk o neofolclore, pero a mi me parece más claro el término folktrónica como descripción del sello”.
El productor palentino me explica que lleva toda la mañana liado con las relaciones con la prensa, justo ese día que hablamos, jueves 7 de marzo para el lector, el bandcamp del sello acaba de sacar nueva referencia: un EP titulado “Santa Compaña” (... “é unha lenda popular galega sobre unha reunión de almas defuntas que saen nunha procesión que non se ve, pero percíbese o seu aire ao pasar”).
Debut en el sello de un artista gallego llamado Oscar Graña aka Granha, relacionado también con la plataforma chilena New Latam Beats, también enfocada a recuperar “sonidos esenciales”, y con el colectivo barcelonés L’ACultural.
“El sello nace en Berlín en 2019 mientras estuve viviendo en esa ciudad. Junto a algún artista que también estaba por allí, todos de la península ibérica, como Diego Piñeiro y Granha de Galicia, Birdzzie de Portugal, Dj Al-Andalus, Juan el Juana y La Trova Hermética de Zaragoza, etc…, valorábamos si podría haber un nuevo interés por nuestros sonidos más folclóricos. Ibas a clubs de techno y escuchabas percusiones africanas. Ibas a clubs de house y escuchabas cosas cumbieras. Y entonces nos preguntábamos, “¿y por qué no aparecen por ningún lado las cosas ibéricas?”. Con lo interesante y fecunda que es la música de nuestra península”.
Me comenta que hace cinco años era muy difícil encontrar artistas con los que sostener la discografía del sello. Se las tuvo que ingeniar para completar el primer recopilatorio de la serie “Codex Futura”. Ahora no es que sea una escena inmensa pero está creciendo exponencialmente con más artistas y cada vez más jóvenes.
“¿Cómo los descubro? Como yo pincho todo eso, pues siempre estoy a la búsqueda constante de artistas para pincharlos en mis sets. En mis sesiones pongo pocos temas de folktrónica que no sean nuestros. El 80 por ciento es música mía o de mi sello. Hay tres publicaciones mías en el catálogo del sello: “This is jota”, que es el que saqué a finales del año pasado para reivindicar este género de baile y canto nacido durante el último periodo en el que árabes y judíos coincidieron en la península. Tengo otro de remixes de El Naán, que es una banda muy mítica también de Palencia, que mezclan música de raíz ibérica con otras músicas diferentes, en este caso más orientados al rock, el jazz e incluso música latina, y es uno de los proyectos pioneros que experimentan con la música tradicional a partir del nuevo siglo”.
Con el tiempo, el sello ya empieza a ser “conocidillo” dentro de la escena folktrónica y la gente le escribe presentándole sus temas. Por ejemplo, los hermanos Pablo y David Alonso y interesante proyecto Llevólu'l Sumiciu que es de las cosas que más me gustan del sello. Es un sello con duende..
“El Sumiciu ye un duendu llariegu de la mitoloxía asturiana, asemeyáu al Trasgu, pero muncho menos conocíu, yá que ye tan pequeñu que ye práuticamente invisible y menos xente sabe de la so esistencia”.
“En los eventos que estamos haciendo veo a mucha gente joven. Aunque nuestra intención es que sean conciertos intergeneracionales. Delameseta y Llevólu'l Sumiciu juegan a incorporar sonidos más contemporáneos y Granha pues igual tiene un sonido más millennial, no tan generación zeta. Pero estos sonidos que mostramos en el sello unifican el gusto de distintas generaciones, no están tan ligados a la moda. Está más relacionado con la permanencia, con los pies que tocas la tierra. Se puede mezclar con rock psicodélico de los 70 o con reggaetón de ahora”.
“El franquismo se apropió del folclore, como tantas otras dictaduras. Posicionó la musica tradicional como una reacción a las nuevas influencias que venían desde fuera . Entonces es normal que la gente reaccione alejándose de eso y lo que quiere es escuchar cosas que sean modernas como lo que venía de Inglaterra, por ejemplo. Pero aquella música era del pueblo. Una forma de expresión del pueblo. Y muchos hemos tenido que hacer ese click. Por eso este acercamiento a la música gusta tanto a la generación zeta. Porque no tiene los prejuicios de los que tenemos el franquismo más cerca. Lo mismo se ponen a bailar jotas que un tema de reguetón. Se encuentran a sí mismos desde el principio, no como los de generaciones más mayores que hemos tenido que hacer el camino inverso”.
Delameseta es el dúo de Valladolid formado por Santi Sierra y Lucía López, que hace unas semanas sacaron la segunda entrega de un homenaje que está preparando el colectivo en memoria de Agapito Marazuela.
“Yo les estoy ayudando en la mezcla. Marazuela es el padre del folclore castellano, vivió una vida muy perra, perseguido y denostado por el franquismo por ser comunista. Es una piedra capital de nuestra cultura que no ha sido homenajeada a la altura. Pero sin él hubiéramos perdido muchísima música. En el año 1932 sacó un cancionero en el que recupera canciones tradicionales. Se fue por los pueblos para escuchar el canto de las señoras mayores. Sin él, canciones como “Vengo de moler, morena”, que hemos publicado hace poco estaría perdida y olvidada. El disco homenaje seguramente saldrá para mayo. Serán versiones que incluyan la voz de Agapito Marazuela con percusiones que él tocaba”.
De la meseta vengo
Justamente el otro día escuché a Chacho Cósmico, mitad del proyecto Delameseta, en el último podcast subido a Spotify por parte de la comunidad de La Refugia. El programa de radio de esta “escuela rural intergeneracional” conducido por Saúl de Cruz y Alicia Álvarez congregó a varios invitados a hablar de su relación con la música popular.
Una idea que subyace en el programa, además de la pereza que da salir por Valladolid, es que el descubrimiento del folclore por parte de los más jóvenes, de cómo se llega a la tradición con enjundia, se produce por lo general de manera desordenada y poco académica.
Bueno, yo no soy tan joven y también llego al folclore de cualquier manera.
El artista vallisoletano reconoce que con Chacho Cósmico hace cumbias y merengue con autotune con el nexo de la verbena de pueblo, aunque lo siente como muy urbano a la vez, pero después de tres años de carrera reconoce que ha tenido mejor acogida en el ámbito rural.
Su nuevo trabajo como Chacho Cósmico salió a principios de marzo con el título “No Soy Perra Pero Guau”.
Nuevo jaleo en mi vida
Este próximo viernes tengo una nueva aventura.
Volvemos a Nou Barris, esta vez a Vilapicina, para participar en una charla a la que me ha invitado el anteriormente citado Tete Uri. El otro día en una calçotada en la Prospe me propuso que le escribiera una intro para una mixtape que va a publicar el jueves que viene en Central Magazine.
Se lo mandé el lunes y parece ha gustado.
Por si esto fuera poco, el mix, que lleva por título Neo Jaleo (se inicia con un tema de Isabel Do Diego inspirado en “Anda Jaleo” de Federico García Lorca, que tienes más abajo y que me tiene comido el coco desde hace dos meses), se presentará este viernes a las 18.30h en la librería Acció Perifèrica y yo tengo una silla en la charla mamarracha, que se va a organizar en torno a temas de máxima actualidad como la identidad, el interés por la folktrónica (os lo vengo justificando a lo largo de todo el boletín), el exotismo y el ciberpunk.
No hay nada que me venga mejor ahora mismo que una charla mamarracha.
Está claro que yo seré el exótico ahí.
Estoy en mi prime.
La vaca cega
El otro día hacía scroll en Soundcloud y me llamó la atención un tema que lleva por título el poema probablemente más famoso del poeta modernista Joan Maragall.
El track en cuestión viene firmado por Paul Traeumer y es una base de algo que recuerda al microhouse, con rapeados de dos voces diferentes, una masculina, la del propio productor, y otra femenina (la de la argentina Lupe Carranza del Castillo aka Mommo G), ambas muy cool y sensuales, primera colaboración entre ellos, que saldrá en abril próximo a través del sello de Dresden, kontrapost.
Si te ha gustado el tema que sepas que el 30 tienes a Traeumer actuando en Almaty, la capital de Kazajistán.