Un golpe en la mesa
"La mesita del comedor" no es una película maldita del cine español: es una putada
Seguro os ha pasado alguna vez lo de que el cerebro se enciende como una linterna.
Por lo general todo empieza con el comentario de alguien que quiere alardear de algo de lo que disfruta y que aún no ha llegado al mainstream, pero le falta poco, muy poco.
Alguien os habla de una película, de un disco o de una nueva dieta que desconocíais por completo y, de repente, aquello que os han descubierto empieza a emitir señales por todos lados.
Nunca habías oído hablar, yo que sé, de la dieta intermitente y, cuando te quieres dar cuenta, todos tus seres queridos (o casi) están siguiendo la dichosa dieta.
Y de pronto, un día te encuentras pensando en las ventajas de cenar a las seis de la tarde.
El otro día un amigo me envió un Wetransfer con una película, sin más explicación que un inquietante, “tienes que verla sin ningún condicionante”.
Menudo cabroncete mi amigo.
Así que comprobé lo justo, que la peli era española y entonces me pudieron los prejuicios porque, por lo general, no me creo a los actores de aquí.
Sí, soy de ese tipo de gente.
De entrada me dan pereza las pelis españolas que no sean “Amanece que no es poco”.
Pero claro, este amigo me ha recomendado buenas películas y series. Aceptable mandanga audiovisual que, por lo general, ha satisfecho mis expectativas.
Me encuentro al amigo en un cumpleaños y me pregunta por la película. Le digo que no la he visto. A lo que mi amigo añade: “No me extraña que esta película no se haya estrenado aún en salas”.
Googleo un poco sólo y me entero que es, ni más ni menos, que la película maldita del cine español que arrasa en festivales pero no consigue distribución en nuestro país.
A los pocos días me llega una información que no he pedido de que, por fin, se va a poder ver en Filmin.
Al día siguiente que el mismísimo Stephen King la ha recomendado en su cuenta de tuiter.
Y después, en un giro de los acontecimientos del hype que no vi venir, el inefable rey de las estadísticas futboleras, MisterChip se comunica con sus tres millones y medio de seguidores para preguntar dónde se puede ver la dichosa película.
Otra cosa que me inquieta es que Stephen King aún tuitee cosas. Pensaba había muerto hace años.
Total, que me hago el FOMO encima y acabo poniendo la película el viernes pasado a eso de las diez de la mañana (con un margen suficiente para haberla olvidado después de la cena y poder dormir sin injerencias).
“Jesusito de mi vida, eres niño como yo, por eso te quiero tanto, y te doy mi corazón. (BIS)
Todos le llevan al niño, yo también le llevaré, una jarra de manteca y un tazón de dulce miel. (BIS)”
Es acabar la película y entrar por la venta el sonido del arpa de mi vecina. Un rasgar desacompasado. Como de vestíbulo del infierno. Sospecho que está aprendiendo a tocar el arpa.
Y yo lo que siento es la imperiosa necesidad de escribir esto que tienes ante tus ojos.
No es una película que recomendaría así a la ligera.
Necesito vomitarla.
Es más, muy probablemente, si yo fuera o fuese padre, esta película no la termino seguro.
Aún peor. Estoy convencido de que, si yo fuera o fuese padre, me hubiera sucedido lo mismo que al protagonista.
Y eso es lo terrible.
Te convierte en mal padre sin serlo. Sin ser padre, digo.
Tampoco sé si justifica pasar tanto FOMO.
Porque sé que ahora tenéis unas ganas tremendas de ver la película.
Primeras reacciones a una story que publico en Instagram: otro amigo madrileño me comenta que la película es como un reel de una hora y media.
Entonces pienso que lo mejor de la película tuvo que ser la reunión del director para convencer al resto del equipo de que había que rodar esto.
Es muy difícil hablar de la película sin entrar en un campo repleto de spoilers. Pero destacar algunos guiños boomer que marcan como una res al público objetivo de la película. No es un dato baladí que los neo padres de la peli sean algo tardíos.
Esa referencia al pelo a lo Raphaella Carrá de He-Man o la aparición por sorpresa de la gallina Caponata (con la que soñé una vez de pequeño y nunca mas quise saber nada de la gallina Caponata). A la joven novia del pedófilo del hermano del protagonista todos esos juguetes de los 80s le hacen gracia porque le recuerdan a “Stranger Thing”.
Definitivamente este director es un hijo de la gran puta.
Cuando me pregunto por la calidad de una obra, siempre cuestiono cual es la intención del autor y si sale bien librado. Caye Casas quiere hacernos pasar un mal rato, eso está claro. Pero a costa de pegar bandazos entre la comedia negra y la película de terror, digamos, humorística. A la cinta le da tiempo en hora y media a descarrilar varias veces. Como si el director fuera un niño travieso, se sale de las líneas marcadas para acabar con un borrón final y fundirlo todo en negro.
El trasunto de la trama es tan cruel que excede cualquier forma artística que intente representarlo.
Más que de un paranoico, la película parece obra de una persona muy dolida con la vida. Bueno, con la sociedad.
Es una película cruel con el mundo.
(Nota del autor: Como yo también soy un poco sádico, sólo volvería a ver la película sentado al lado de MrChip)
¿Qué onda?
“Las ondas de Love son un tipo de ondas sísmicas catalogadas por un señor que se apellidaba Love.
La propuesta para el título de este trabajo surgió de la predominancia de la onda senoidal aplicada al LFO de los sintes en los cuatro temas que lo conforman.
El resultado es un EP de 10 minutos, minimalista a más no poder, sin artificio alguno y muy acuático”.
Para contrarrestar tanto mal rollo, un poco de música amorosa.
A Nieve Fuga lo voy recuperando en mi vida cada cierto tiempo.
Hasta no hace tanto era vecino. Regentaba la tienda mutante Chandal, lo mismo te vendía un vinilo de clicks & cuts, la Panenka dedicada al Mundial 82, como te montaba un cine club bizarro.
Hacía un par de años, quizá un par de décadas, que no sabía nada de él y el viernes pasado en medio del alud de mensajes de Bandcamp descubro que acaba de sacar una cinta ultra limitadísima a 18 copias (y por tanto agotadísima9 que puedes disfrutar desde aquí abajo.
Me comenta que está grabado con Pittsburgh modular analógico y un modal Cobalt de tipo híbrido.
Héroe del silencio
“Given Jesus’ geographic location (Spain) and the atmospheric down-tempo nature of the music, we wondered if the ‘balearic’ sounds had played a part in his productions. Jesus explains that “the distinction in the Balearic and Asturias Islands is marked by the different character of its people and the incidence of the weather, where the sea influences the Mediterranean Sea of the Balearic Islands is a calm sea. The Cantabrico de Asturias Sea is stormier”.
El sello australiano Left Ear Records le sigue sacando punta a los archivos del ovetense Jesús María Catalán y su alias Respuesta Alternativa.
Como teclista, participó, entre otros trabajos, en el segundo álbum de Danza Invisible, “Maraton”. Su pasión por el motor le llevó también a comentar la Fórmula 1 para la televisión autonómica asturiana.
En 2018 le dediqué un programa en la emisora digital Dublab a su anterior referencia en el sello aussie, comisariado por el desaparecido Daniel Nellstrum (estaba muy malito de una enfermedad que le afectaba la respiración y se fue de repente justo un mes antes que empezara la locura del COVID).
Puedes recuperar el programa desde aquí.
Diablo bocón
Para acabar esta edición de La Semanada nada mejor que el diablo.
El oro día pude entrevistar por Zoom a una de las voces más reconocibles de Venezuela y posiblemente de toda Sudamérica.
Es la voz oficial del canal HBO para todo el mercado latinoamericano.
De Chichiribiche, Margarita o de los Pijiguaos, Waldemaro Martínez puso la voz a cuanta miniteca se le puso por delante.
Una de las minitecas para las que trabajó fue Inferno. Un día se le ocurrió que podía imitar al diablo. En medio de la entrevista y sin que yo se lo pidiera se puso a improvisar la voz de Satanás.
Seguro que los venezolanos de mi lista de suscriptores valorarán en su justa medida esta diabólica aportación.
Nos leemos la semana que viene.