El otro día me agobié en casa y decidí salir a descubrir nuevos emplazamientos de la Barcelona desconocida que tanto me gusta recomendaros.
Lo hago por vosotros pero también lo hago por mí.
Guardo un tuit de la cuenta Barcelona Singular en el que se habla del “poble de Vallbona”. A lo que Anita Dinamita respondió que por ahí por la montaña había un bar donde se comían buenas patatas bravas.
Me dije que no quería ser parte de la Barcelona que no conoce ese barrio y hasta el Bar Els Xiprers que me fui con tiempo justo para llegar a almorzar.
Arriba el relato de la excursión en formato podcast con música que tenéis pormenorizada en el tracklist de más abajo. Un aventurón parecido al de hace unas semanas en Llefià.
El paseo se inicia en la parada Torre Baró-Vallbona, donde obviamente no había estado nunca. Sales y te encuentras campo. Y dices, “bien”.
Nos encontramos en una parada de la línea 11 que desde 2003 conecta esta zona de Nou Barris, la más al norte del distrito, con el resto de la ciudad. A los fanáticos del metro les encanta porque es una línea “nueva y particular”, en realidad un apéndice de la línea 4, tal y como explica el Fandom del metro de Barcelona (si, el metro de Barcelona también cuenta con su fandom):
“…en vía única y con trenes cortos, aunque es metro convencional y no metro ligero. De todas maneras, el túnel está construido con los estándares de metro por si algún día fuera necesario ampliar el servicio. La línea, pensada para dar servicio a unos barrios tradicionalmente mal comunicados, fue inaugurada en 2003, con todas las estaciones con una sola vía y andén, excepto Torre Baró | Vallbona donde se hace el cruce de los trenes de dos coches ascendentes y descendentes, y Can Cuiàs. La línea enlaza con las líneas 3 y 4 en Trinitat Nova (donde comparte el andén con la L4), y con Cercanías Barcelona en la estación Torre del Baró, a escasos metros de la estación de la L11, Torre Baró | Vallbona. El trazado es soterrado excepto en la estación de Torre Baró | Vallbona, que está en la superficie pero cubierta por una marquesina”.
El metro supongo fue una bendición para los vecinos. Porque el barrio vive como de espaldas al resto de la ciudad. Ese conglomerado de vías por el que se anudan tupidas autovías en dirección a Girona y Manresa se erige como nervudo corta fuegos que lo separa de su único agarradero a Barcelona (el propio barrio de Torre Baró, al otro lado le separa el río Besòs de Santa Coloma de Gramanet). Cruzarlo a pie es toda una experiencia auditiva y sensorial.
Para acabar de contribuir al ruido de la C-17, C-33 y C-58, los vecinos también cuentan con el traqueteo adicional de los trenes que pasan por las vías de la R2 de la RENFE, que conectan con la localidad vecina de Montcada i Reixac (donde empezarán a cubrirse, se espera, este año).
Hablando de vecinos y de temas fronterizos.
Pocos días después de mi visita, se informaba en los medios que la presión vecinal había ayudado a la conservación y protección de La Ponderosa, una finca de unas siete hectáreas con nombre de Bonanza, última llanura agrícola cultivable de Barcelona: “El plan municipal no sólo protege a la finca de La Ponderosa, sino que también recuperará la conocida como Granja del Ritz, preservará el trazado original del Rec Comtal y construirá 200 viviendas, no para especular sino para garantizar que los vecinos se queden allí”.
Si os queréis hacer una idea de lo que es Vallbona y del nudo de vías que la cercenan de Barcelona, aquí abajo tenéis un nuevo Beats and Chips, muy del estilo que grabamos hace un mes y medio en el barrio badalonés de Llefià.
Huelga decir que me perdí por el camino. No encaré bien el puente que pasa por encima de los raíles y di una vuelta bastante grande.
El contraste de todo lo que se te ocurra es brutal entre tu aterrizaje a Torre Baró, estética de barrio dormitorio (o lo que quiera decir eso, pero seguro me entendéis), su estruendosa frontera amurallada por carreteras y la progresiva subida al “pueblecito” de Vallbona.
Cuando por fin llegué al Bar Els Xiprers me encontré ese temido cartel con el que nunca se cuenta: “No se aceptan pagos con tarjeta de crédito”.
Ya me lo contó mi abuelo en su lecho de muerte: “David, siempre lleva algo de suelto en el bolsillo”.
Mientras valoro lo a desmano de todo que estoy de un cajero, me rasco el bolsillo en busca de unas monedas que no tengo.
El total de mi budget a las puertas de Els Xiprers era de 3 euros y 20 céntimos.
Precio de las patatas bravas: 4,50.
Una chica me ofreció un euro muy amablemente.
La gente en los barrios es más amable. Eso se ha sabido de siempre.
Pero yo con ese euro no tenía ni para patatas, ni para bebida, así que dejé fiadas las patatas que me comí para coger fuerzas y desandar lo andado para volver a Torre Baró.
Las patatas bien. Forma rectangular. Consistentes por dentro. Salsa allioli más que decente en plato aparte.
A ver, no sé si justificaron el ir y venir, pero si que es verdad que el emplazamiento es digno de ver. Más que un bar, un merendero con vistas en el que también se pueden preparar brasas.
En breve, montaré una excursión con los amigos.
Y seguro que se me olvida decirles que no se puede pagar con tarjeta.
La música del paseo
Inicio la playlist del paseo por Torre Baró-Vallbona que podéis escuchar en la parte superior del boletín con una novedad en modo ambient, en este caso subacuático, con el trío de Chicago Purelink y su álbum de debut de título homónimo (la foto de portada la tienes arriba) que, de momento, es lo único que ha sacado otro sello griego de nombre tirando a rarote, UwU dust bath.
Pilgrims of the Mind, proyecto noventero del canadiense Stephane Novak que ya con el nombre paga tributo trancero. Con todo este nuevo impulso por los sonidos mentales, en 2020 el sello griego Echovolt Records se animó a publicar una retrospectiva de tres temas titulado Elsewhere: Further Excursions (1994-1995). Yo recupero un segundo tema del de Vancouver de 1996 publicado en su día por la plataforma también canadiense Interchill Records, inaugurada con el propósito de exportar ambient canadiense al resto del mundo (“Interchill got its start in the multi-sensory chill rooms of the early rave scene in Montreal”).
Que no se me olvide recomendar también el recopilatorio Italian Dancefloor Outsiders, muestrario de la movida new beat y derivados en el país de la bota entre el 87 y el 94. He elegido un adictivo corte del trío de industrial italiano Nightmare Lodge.
También tenéis un tema de 1999 del australiano Philip McGarva, publicado inicialmente en Transmat y que apareció en el CD mix de Global Underground London mezclado por Danny Tenaglia. El tema se lo acabé comprando por Bandcamp al propio productor aussie, sin darme cuenta inicialmente que estaba haciendo la buena acción del día: “In this mix (refiriéndose al citado G.U.) 'Signals' mixes into 'Otradnoje' by DJ Linus. I was never paid a cent for my track being used in this mix. Yes kids it's a dirty business”.
Tracklist
Purelink - Fine Pink Mist (Low Flung version) (UwU dust bath, 2022)
Nightmare Lodge - Mirage IV - Italian Dancefloor Outsiders 1987-1994 (THANK YOU, 2022)
Pilgrims of the Mind - Something’s pulling me under - What's Your Shrine? (Map Music, 1996)
Bliss Street Queens - Enjoy the sirens - Deep Hows EP (Pacific Rhythm, 2022)
Microworld - Signals (Transmat, 1999)
The Factory - Climax theme - T.I.M.E. 12” (Area Records, 1993)
Ground - Niu (Chill Mountain Rec, 2022)
El bar más a desmano de Barcelona está en Vallbona