¿Habéis empezado alguno de los libros que comprasteis ayer?
Que no me entere yo que compráis libros y después no los leéis.
Hace ya unos días Anna me regaló un libro adelanto de la festividad de Sant Jordi.
Hacía tiempo que buscaba “Los vimos pasar”, una colección de crónicas escritas, en su mayoría, desde la puerta del hotel Ritz. Para ubicarnos, el libro recoge ese momento histórico en el que en el mundo se está librando la Segunda Guerra Mundial y Barcelona recibe, en calidad de ciudad neutral, a muchos protagonistas políticos del momento, algunos de ellos, apremiados por la necesidad de emigrar a Portugal o América.
Buscaba el libro desde que en 2017 me hablara de él, y me advirtiera que era muy complicado hacerse con una copia, -en la red de bibliotecas hay algunos ejemplares pero todos fuera de préstamo-, el divulgador de la Barcelona que ya no se (re)conoce, Xavier Theros, cuando vino a mi programa en dublab.es, Je suis de la Martinique (y que puedes recuperar desde aquí).
Después de preguntar durante años en librerías de viejo, Anna aplicó su habitual “seny” y al final todo fue tan sencillo como pedir un ejemplar en Iberlibro.
Bueno, en realidad, no busqué tanto.
Con la edad prefiero esperar a que los libros me encuentren a mí.
De passeig amb Xavier Theros
Por cierto, hace poco volví a ver al que fuera mitad de Accidents Polipoètics, en un itinerario por las calles del Raval en el que reseguimos pasajes de su novela “La Fada Negra”, ambientada en la Barcelona de 1843 (foto de arriba). Un año turbulento para la ciudad por muchas razones y que, sin ir más lejos, desembocó en el bombardeo de Espartero. “Aleshores els que van poder marxar de la ciutat ho van fer. Aquell 1843 a la ciutat només quedaven desarrapats”, comentó el novelista que también nos explicó lo del primer coche de bomberos de la ciudad que trajo el notable Josep Xifré de Nueva York. Si, el mismo dels Porxos del paseo Isabel II de Barcelona, primera vivienda con agua potable de la ciudad gracias a unos depósitos situados en la azotea que inspiraron a Picasso.
De esos años belicosos del XIX os volveré a hablar más abajo.
“Los periodistas barceloneses se lanzan al “abordaje” informativo de este avión, rica presa para un reportaje sensacional. Si quieren hablar, los ocupantes de la avioneta pueden suministrarnos valiosísimos datos sobre la situación exacta de Italia. Sin embargo, es casi inútil averiguar la personalidad de los viajeros en huida”.
Los vieron pasar
Los periodistas Juan Suriol y Jaime Arias, con un estilo muy de otra época, -claro, la suya-, nos relatan el paso por la fastuosa habitación 108 del hotel barcelonés, reservada a grandes personalidades, en el caso que nos ocupa, varias de ellas damnificadas por el devenir de la guerra. Como Carlos II, penúltimo rey de Rumanía; Humberto II, el último rey de Italia; la hija mayor del dictador Mussolini acompañada para la ocasión de un cachorro de leopardo, sin olvidarnos del tenebroso lugarteniente hitleriano, Heinrich Luitpold Himmler.
Además de apreciaciones costumbristas que van en paralelo a la propia crónica, como la descripción del consumo de coñac por parte de los periodistas para vencer al frío mientras esperan la llegada de la celebridad de turno (en el libro subyace esa idea de las horas muertas, de la espera, tan importante para los periodistas que, en realidad, se pasan la vida esperando), de todos los capítulos del libro me quedo precisamente con la descripción del paso de Himmler por la ciudad.
En la crónica se describe la “deliciosa” charla mantenida por el jefe de la SS con el joven monje del monasterio de Santa Maria de Montserrat que, “gracias” a que hablaba alemán, se vio obligado a hacerle de anfitrión en una visita más que incómoda (una vez visitada Madrid para preparar el encuentro entre Franco y Hitler en Hendaya, Himmler y su séquito de nazis muy nazis voló a Barcelona, pero más que por cuestiones políticas, movido por veleidades arqueológicas con las que justificar sus aberrantes teorías supremacistas).
Lo último que visitó Himmler en nuestra ciudad fue, tachán tachán, la checa o instalación de tortura ubicada durante la guerra civil en la calle Vallmajor, entre Via Augusta y Ronda General Mitre. Además lo hizo en plena madrugada, “y como se carecía de iluminación eléctrica, sus acompañantes le precedieron provistos de hachones”.
“Lo único digno de destacarse de esta visita es que Himmler recorrió las cámaras de tortura sin hacer el más leve comentario de condenación. Antes bien, su actitud parecía reflejar más que repulsa a los bárbaros métodos asiáticos, un aire de displicente y desdeñosa curiosidad, e incluso de superioridad: parecía querer decir que aquello resultaba muy inferior a los científicos y modernísimos procedimientos de la policía alemana”.
El artista de la tortura
Me puse a investigar lo de la checa de la zona alta de Barcelona y en la parte de referencias de la entrada en Wikipedia se cita un libro titulado “El hombre de las checas”.
El título alude a la figura de Alfonso Laurencic, “el artista de la tortura” según el subtítulo de este libro escrito por Susana Frouchtmann.
La autora decide rastrear la difusa biografía de Laurencic cuando se entera de que la institutriz que tuvo en su casa de pequeña había sido la mujer de este polifacético Laurencic, que acabó fusilado en el campo de la bota acusado de estalinista después de un juicio del que se despidió con vivas a Franco.
Por lo que sabemos por el libro, este “yugoslavo de origen austríaco” era alto, bien plantado, un físico que le ayudó a boxear de jovencito, aunque de adulto ejerció de director de orquesta y que, según contó él mismo en el juicio, tuvo que hacer de colaborador a la fuerza de algunos de los ingenios de tortura desplegados en un par de estas checas de “inspiración soviéticas” desplegadas por toda Barcelona.
Me llama mucho la atención algunos de los dibujos que el propio Laurencic diseñó para las conocidas como celdas psicotécnicas, “inspiradas en los más importantes artistas de la Bauhaus”. A la propia autora, con esta cuestión de los dibujos, parece explotarle la cabeza y replantearse muchas cosas de nuestro legado cultural: “Entre los escritores más serios había la sensación de que los diseños de Laurencic pueden no solo hablar de las crueldades de la Guerra Civil sino también de un potencial oscuro inherente en las visiones utópicas que dan forma a nuestra herencia artística moderna”.
“El ambiente y las explicaciones que daba un guía que había en las checas eran de un gran dramatismo y hacían destacar toda la crueldad y la sordidez terrible de aquellas instalaciones. En unas celdas me sorprendió ver las paredes llenas de pinturas parecidas a los Kandinski y Mondrian geométricos que yo conocía por el magazine D’Ací i d’Allà. Parece que aquel tiempo el poder de sugestión de la pintura abstracta y geométrica, así como los efectos “op” eran mucho más considerables y graves que en años posteriores, cuando se rebajó a una función decorativa de las cosas más triviales”.
Quan els Pirineus van ser una qüestió d’Estat
“Caixal comentaba que el maquinisme, el liberalisme, portava a la misèria milers de treballadors i que calia parar això amb la doctrina tradicional de l’Esglèsia, de protecció als pobres a través de la caritat i no permetre aquesta explotació despietada. Brujó, rient, li deia que a veure que es pensava que feien els grans senyors eclesiàstics amb els seus jornalers i les seves famílies, que no arribaven ni a explotats i eren meres propietats de la finca, i ho deia ell, que era un gran terratinent gironí”.
Si us interessa la història dels carlins us recomano un llibre que és valuosíssim a l'hora de documentar la vida i miracles d'aquesta gent de fe i ordre.
“Per Déu, per la pàtria i el rei. La vida d'un carlista pirinenc”, recull el diari d’aixó mateix, d’un carlista que va viure a La Seu d’Urgell.
La capital de la comarca de l'Alt Urgell mai havia brillat tant al firmament polític espanyol i europeu com en aquells tres anys, els que van del 1820 al 1823, en que va transitar per tota una sèrie d'etapes d’allò més turbulentes: “del domini absolutista recuperat per Fernando VII al liberal amb l’aixecament de Riego el 1820, va tornar a girar forçosament cap a l’absolutisme amb els oficis bèlics del Trapense i la proclamació de la Regència el 1822; el mateix any torna al sistema liberal amb l’ocupació militar del capità general Mina i nova girada cap a l’absolutisme amb la invasió militar francesa del 1823. No es pot demanar més en tres anys”.
Això ho diu l’escriptor, Amadeu Gallart, tataranet del carlí protagonista del llibre.
What time to be alive, deurian dir aleshores els veins de la Seu.
“La geografia catalana del carlisme no és en realitat la de la pobresa, sinó la de l’empobriment”, aixó en canvi ho diu l’historiador Josep Fontana (molt recomanables tots els seus llibres, d’història de Catalunya i de la universal). L’autor afegeix al voltant d’això: “Molts components dels estaments més populars, pobres i miserables, contemplaven la pèrdua de les posicions de l’Esglèsia com una amenaça per la seva supervivència merament física; la caritat, la beneficiència, conceptes que es vinculaven directament a la moralitat cristiana, eren elements indispensables per al manteniment de la pau social i aquests sectors percebien que els nous codis del liberalisme els perjudicaven de ple”.
“La guerra és el nostre rellotge. Ja som a setembre. La Seu resisteix de manera numantina el setge -com pateixo per la mare i pels bons amics encerclats per les partides del Ros d’Eroles!- Solsona ja és carlina i el mes de juny de 1837, el general Urbitzondo, militar de gran professionalitat, a qui respecto i admiro, ocupa Berga on s’ha instal.lat la Junta Governativa que administra tot el territori català carlí”.
Coses interessants del llibre, a banda de les reflexions del carlí: el paper d'Andorra en tot això, a mitjans del XIX. S'omple de carlins, no tan interessats en comprar sucre, si no en organitzar un centre logístic origen de les més variades conspiracions.
El paper de Pascual Madoz, que exerceix de jutge a Viellla abans de ser diputat liberal a les Corts de Madrid, que ja reclamava el túnel de Viella 100 anys abans que comencessin realment les obres i també demanava una província només pel Pirineu amb capitalitat a la Seu.
Con lo que España hoy no sería una, sino 52.
“En aquestes muntanyes s’hi arribava des dels temps dels romans i s’hi arriba ara, a través de camins molt angostos, camí de mules carregades, feinades de dotzenes de traginers que malden perquè arribin tot tipus d’estris i de robes. Camins per on, quan comencen els freds, passen dotzenes de ramats buscant pastures més alimentoses, per Tuixent, cap al Solsonès i el Berguedà, pel congost de Tres Ponts o per Noves, cap a terres lleidatanes. No busqueu fàbriques com les que hi ha a les ciutats grans, com a la nostra admirada, i a la vegada temuda, Barcelona. On ens conduirà aquest món encegat per una indústria de sorolls infernals, llocs on s’apleguen homes empal·lidits, sense llum, amb aires i gasos mefítics?”.
El partit de l’any
Hace tres meses le comenté a Andrés Derrick de ir a algún partido del Sant Andreu. El histórico estadio del Narcís Sala está en la salida del metro Onze de Setembre donde me bajo a menudo para impartir clases. Y mira, me hacía ilusión entrar un día.
Apunté la fecha del 2 de abril porque ese día jugaba contra el Europa en un partido se presumía fratricida por el liderato de la tercera división.
Lo que no me imaginaba es que al partido con el devenir de las jornadas se convirtiera en un hype.
Pocos dqas antes del partido pude escuchar previas en RAC y leer avances en medios como la revista Panenka, el blog de Odio el fútbol moderno y otros medios generalistas como EL Periódico (incluso me entero a posteriori que los chicos del podcast La Sotana también se desplazaron al partido).
En algunas de las notas se hablaba de partido de alta tensión por la rivalidad existente entre los hinchas de ambos equipos.
Ya en los aledaños del campo pude ver un gran despliegue de los mossos d’esquadra que, OJO, incluso grabaron en vídeo a los más revoltosos del equipo local jugando con unos petardos.
Una vez en el campo, además de la sorpresa de la cerveza sin alcohol, me encontré a gente que hacía tiempo no veía. Incluso una ex alumna del colegio del barrio que, por descontado, no me esperaba encontrar en la cola del lavabo. Por un momento pensé estábamos en las carpas de Titus.
Al final, el duelo por ver qué equipo se convertía en el tercer club de Barcelona acabó en tablas.
Efectivamente, para encontrar al tercer equipo más importante de Barcelona tenemos que “diggear” hasta la quinta categoría del fútbol estatal.
En la foto de más arriba se nos puede ver a Jordi y Andrés, Uncles on Acid, junto a un servidor.
Me llevé la Tascam y grabé el sonido ambiente -”Gràcia és un barri de hipsters", insulto más brillante de la jornada dirigido al Europa- que he aprovechado para el podcast del mes, en la parte superior de esta vuestra newsletter.
Nos leemos el lunes.
Tracklist
Srirajah Sound System - Si Phan Don Lovers Dub (Boonrun Records/2021)
Midnight Tenderness - Hydrosphere (Wax'o Paradiso Recordings/2022)
Aleksi Perälä - NL-L56-18-07473 (Clone/Dub recordings/2021)
Humate & Rabbit in the Moon - West (Superstition/1994)
Age - Transmitter - Love (Mille Plateaux/1994)
µ-Ziq - Houzz 13 (Balmat/2023)
BufoBufo - Cave Network (Corporeal Face Remix) (Kouncil Cuts/2020)
Spooky - Schmoo (Underworld Mix) (Guerrilla/1993)
Bochum Welt - Radio Propulsive (Rephlex/1998)
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