“San Agustín se equivocaba en parte, cuando exhortaba a no salir fuera de sí mismos: quien permanece siempre dentro, fantasea y se pierde, acaba por quemar incienso a algún ídolo de humo que surge de los desechos de sus miedos, vacío e insidioso como las pesadillas a las que la oración nocturna convida a desaparecer”. Claudio Magris en “El Danubio”.
La tarde del pasado lunes me embarqué en una aventura sin igual.
Decidí dejar la calidez del hogar para dirigir mis pasos hasta la biblioteca de Bon Pastor, de nuevo en los confines de Barcelona.
Y eso que la tarde amenazaba lluvia.
Ya sabéis que cuando amenaza lluvia, los barceloneses nos agazapamos en nuestras masías de las que no hay quien nos saque.
A mí me pasa todo lo contrario.
Me encanta echar de menos el confort.
Salir fuera y continuar fantaseando ni que sea para seguir perdido.
Os estoy preparando un especial sobre el final del imperio austrohúngaro y necesitaba una copia de “El Danubio” de Claudio Magris, autor triestino que en este libro que os cito más arriba, en realidad nos propone un viaje por ese enorme río que cose ese estado de ánimo conocido como mitteleuropa.
Nosotros somos latinos y todo eso no lo entendemos. Por eso me han entrado unas ganas irrefrenables de ir a pillarlo.
Podría haber bajado tan tranquilamente a mi biblioteca más cercana a que me acercaran un ejemplar del libro, pero decidí salir a pasear hasta la parada de metro y bajarme en la Verneda (tienes la parada de metro de Bon Pastor más cerca de la biblioteca, pero a mi la línea lila me lleva directo, siempre que puedo evito transbordos).
Durante mi suplencia en la biblioteca de Les Corts me daba mucha rabia cuando un usuario pedía un libro porque le urgía y cuando le decías que lo tenían en la biblioteca de, pongamos por caso, la Barceloneta, te respondían con un: “¿La Barceloneta? ¿Hasta allí quieres que baje?”.
Yo no quiero que bajes, pero igual te podrías preguntar cuánto tiempo hace que no paseas por algún barrio que no sea el tuyo.
Después no conocemos Barcelona. No nos suenan según qué barrios de la ciudad. No sabemos lo que tenemos. Pero después nos quejamos cuando ya lo hemos perdido.
Técnicamente, la calle por la que sales a la luz en la parada de metro de la Verneda es Sant Adrià del Besòs. O sea que por el módico precio de un viaje en metro estás en dos ciudades a la vez.
Estamos en la parte de Sant Adrià que toca a Barcelona, el río Besòs confunde porque parece frontera natural con Barcelona, pero hay un trozo de la ciudad que queda al oeste del río. Las tres chimeneas, skyline más reconocible de Sant Adrià, están al este del río.
Un río que, todo sea dicho, cada vez está más bonito. Uno de los milagros de la periferia de Barcelona. Nos vale con nuestro Danubio de Hacendado.
Estamos en un cruce de caminos, entre la modesta pero combativa San Adrià, la fagocitadora Barcelona y el anteriormente conocido como municipio de Sant Martí de Provençals, que da nombre al distrito del cual depende la Verneda (y en el que también se encuentra el barrio del Poble Nou, cruce entre la modernidad del 22@ y las pocas casas que van quedando de aquel pasado industrial color óxido).
Huelga decir que la calle Balmes de Sant Adrià no tiene nada que ver con la de Barcelona.
Estamos en pleno polígono de negocios que requieren de grandes naves industriales. Por aquí está el Awami más grande que he visto en mi vida. El súper Awami que debe suministrar género a todos los Awami de mi barrio del Raval, que no es poca cosa. Muy fuerte la implantación de esta marca en el barrio. Apareció como de la nada y en pocas semanas ya había colonizado toda la calle Joaquín Costa y aledaños.
Un día entré en uno de los primeros Awami, el especializado en especias, y tuve que salir corriendo porque me estaba asfixiando con la concentración de olores en adobo.
Por lo demás, el cielo encapotado sigue dotando a mi excursión de un cariz como de viaje a la nada.
Pienso en algo que me pudiera traer hasta aquí y lo único que se me ocurre es la biblioteca de Bon Pastor.
Salen a buen ritmo toros elevadores de todos estos almacenes portando cajas enormes. Uno casi me embiste.
No sé si estamos en pleno sistema nervioso o en uno de los extremos, y no el más agradable, del sistema excretor del capitalismo.
Nos encontramos, por tanto, en una zona ideal para ir por la calle escuchando el segundo álbum de Burial.
Pero entonces, me asalta una duda decimonónica: “¿Tantas cosas se venden y se compran en el mundo?”.
Supongo será verdad que nos hacen falta tantas cosas.
Cosas como una ¿serpiente? que me encontré al lado de un contenedor y que supongo estaba disecada porque no me saló a la cara y me mordió. Tengo foto pero no sé si es lo más agradable de ver un lunes por la mañana.
En realidad, a la gente lo que le sobran son cosas.
La serpiente plastificada me ha recordado a esos caimanes blancos que de mascota de los hijos de los yuppies, pasaron a formar parte del paisaje del alcantarillado de Nueva York, previo paso por el tobogán del inodoro . Uno de los mitos urbanos de mi infancia que tan bien recrea Thomas Pynchon en su primera novela, “V”. Bueno, de hecho es lo único que he entendido de todo lo que he leído de Pynchon.
Perdóname, I need your love
La selección musical del podcast que podéis escuchar más arriba, no tiene nada que ver ni con Burial, ni con la Verneda.
Bastante más colorida que el paisaje que me rodea en mi búsqueda del saber hacia el Bon Pastor.
Ojo con los dos primeros temas porque pertenecen a dos recopilatorios gratuitos, sin temas de saldo, pese a que ya llevan unos años en Bandcamp. “H+P: Clyde Built Compilation” del sello escocés Huntleys + Palmers y “REPHRASE COLLECTION 2021” del proyecto de Lyon, Hard Fist.
Tenéis también un edit del sello madrileño Pachanga perpetrado por los Pachanga Djs.
Si me dicen hace 20 años que se iba a reivindicar con este ardor la pachanga...
Maldito clasista estuve hecho.
La chica de la foto que preside esta sección es de June Montana, que también tiene espacio en el podcast con su deliciosa aportación para el catálogo de FFRR/London Record de Pete Tong, uno de mis sellos favoritos de mediados de los 90.
A Orion Agassi ya lo conocéis porque os lo presenté hace ya más de un año.
El resto lo descubrís vosotros que no hace falta que os lo de todo mascado.
Por lo demás, pedir disculpas por mi voz, algo tomada esa tarde, y es que eso que escucháis son los primeros estertores de un resfriado que eclosionó a las pocas horas de la grabación.
La semana que viene seguro ya estoy en mi peak de nuevo.
Tracklist
MR TC - 16 Batucada (Edit)
Paulinho Da Viola - Bebadosamba (Da Iguana edit)
Orion Agassi - Dos Blokes
Pachanga - Casa Llena Corazón (Pachanga edit)
Do It! - Be For Bebop (Don't Dream It Mix)
Pizarro - Perdóname (Club Mix)
June Montana - I need your love
Thomas Von Party & Mera de la Rosa - Ritmo (Decius Remix)
De nuevo en los límites de Barcelona