Esta semana dura y temida durante los últimos quince días, que ya nos parecen meses, aterrizamos en el barrio del Poble Nou para visitar el estudio de Francisco Mejía, más conocido como Phran. Un piso enorme de la calle Zamora con pasillos laberínticos punteados por unas ventanillas que dan a herméticos estudios de sonido, a todo esto, unos pocos metros por encima de las oficinas del Sónar.
Le he pedido al productor y Dj venezolano que me cuente su reciente gira por Guatemala, Costa Rica y México.
Me arrepiento de haberle preguntado.
Porque ahora los dientes están a milímetros de rayar el piso del piso con herméticos estudios de sonido.
Esto me pasa por preguntar.
Phran llegó a Barcelona con vitola de Dj de changa tuki o raptor house, etiquetas que el venezolano quiso superar una vez establecido en Barcelona (etiquetas muy controvertidas porque hay un tema de clase ahí que a un europeo se le puede escapar). Hablamos entonces de los alias para diversificar proyectos y diferentes sonidos y lo complejo que puede resultar para la audiencia seguir los pasos de un artista. De hecho, uno de los Djs que estuvo pinchando en la misma gira por centro américa a la que nos referimos en el podcast pinchó hasta dos veces un tema del propio Phran. “A la segunda no lo pude evitar y le dije que ese tema que sonaba era mío. Me respondió que no tenía ni idea. Bueno, en realidad todo esto de los alias despista pero… también se trata un poco de eso, ¿no?”.
En la entrevista se cita a Fabio Me Llaman Soltero como anfitrión del venezolano en las fiestas guatemaltecas. Lo descubrí hace un tiempo en el Soundcloud y su alias hizo el resto. Amigo de la performance, gusta de salir en bata en las fotos promocionales. “Lake Atitlán Private Beach”, se lee en su biografía.
Podría ser un personaje de la tercera temporada de The White Lotus.
Por lo que parece, para encontrar marido igual sí necesita ayuda, pero por lo que parece este Fabio Me Llaman Soltero no tiene necesidad de recibir clases de emprendimiento enfocadas a jóvenes guatemaltecos.
Aquí tienes los temas que se escuchan durante la entrevista con Phran, los dos últimos estrenarán su nuevo sello Vimana este 2023.
Tracklist
Dj Phidias - Sisplau
Furious Frank feat. Ivy Barkakati - Ahora Sí (IVAN Remix)
Dos Ritmos - Soy Materia
Phran - Amphibia
Phran - Sons feat. oma totem
Phran - Faylan
Y aquí abajo la sesión de Breixo Martínez formerly known as Abu Sou para la serie de mixes de Planet Trip, de la que ya te hemos dado buena cuenta en esta newsletter. Aprovecha el escaparate internacional para meter material ibérico como el primer single, de título homónimo, de Azúcar Moreno (corre por ahí un edit de Alfred Adler que siempre llevo en mi pendrive).
Sin miedo al FOMO
No hay que tenerle miedo al FOMO. No muerde. Yo tengo FOMO, tu tienes FOMO. El FOMO es cuando muere alguien famoso y tu Facebook se llena de fotos y condolencias por ese artista que salvó la vida a tantísima gente. FOMO también es cuando te acabas de una tacada una serie, como la segunda temporada de The White Lotus, para poder opinar en las redes. Yo pegando la sesión de Breixo que recién salió ayer.
Yo tengo que lidiar constantemente con el FOMO. Porque me he dedicado al periodismo. Qué coño, me dedico al periodismo. Entonces tengo que estar al tanto de lo que se lleva. Pero también estoy al tanto de lo que NO se lleva para proponer otros contenidos que no fomenten el FOMO. Pero claro, esos contenidos sin FOMO rápidamente languidecen.
Porque, ¿a quién le importa lo que no es FOMO?
Bueno, pues el otro día encontré en la biblioteca el libro “El Trap” de Ernesto Castro , subtitulado tremendistamente como Filosofía millennial para la crisis en España. Se publicó a principios de 2019 y en su día fue FOMO seguro. De hecho, publicar en 2019 sobre un movimiento que se dice tuvo su pico en España en el 2017, igual también es un poco FOMO. Y muy arriesgado.
El libro lo cogí porque me dije a-tomar-por-saco-el-FOMO y yo me leo esto porque en el fondo me gusta llegar tarde a la fiesta a ver quién queda.
Veo que el autor cita constantemente a compañeras con las que he coincidido en el tiempo como Blanca Martínez, Aïda Camprubí, Alicia Álvarez o Daniel Madjody. Muchas de ellas pasaron por mi programa en dublab, Je suis de la Martinique. No sé, me gusta coincidir con los comunicadores jóvenes.
De algunas de ellas se defiende el autor al final del libro. Que si no pertenece a la escena, que si le pilla muy lejos, que si ya es algo mayor… Un filósofo no está para bailar trap, si no para reflexionar en torno a la substancia.
La foto de más arriba es de cuando El Bloque entrevistó a C Tangana en una de las salas del complejo Apolo. También estuve en la de Cecilio G. y con esas visitas até cabos en la relación entre la cultura trap y La edad de oro. No hace falta decir que El Bloque es una de las fuentes que más se citan en las páginas de El trap.
Me parece interesante una reflexión del filósofo en torno a la defensa constante que hacen los artistas urbanos por mantener una red de sellos lo más independiente posible. A los escritores no se les pregunta sobre si están más o menos cómodos publicando en editoriales potentes como Planeta. A artistas que han dado el salto a las majors, como C Tangana, eso se les cuestiona constantemente.
Por cierto, me ha llamado la atención encontrarme en las páginas del libro de Castro a César Lores, lo recuerdo de sesiones en el Sidecar, siempre con un pie en el inframundo como Dj de rarezas new wave y con otro en el mainstream como A&R de Vendetta Records. Parece que con el tiempo consiguió un buen puesto en la SONY.
“En el videoclip de ese tema, Kany Cain comienza lanzando su shout out a Sony y a César Lores, el directivo de ese sello que fichó a PXXR GVNG, y se refiere a C. Tangana con una expresión que desde entonces se ha convertido en un meme: “Ídolo de quién,/ por cuánto y cómo?/ Loco, te estás quedando loco./ Yo ya he vivido rápido, ahora lo hago poco a poco. / Yo sé que te fijas en cómo cago y cómo como”.
Hablando de locos.
Uno de los temas que más he escuchado este 2022 es de junio de 2021.
Y me tiene completamente loco.
Me quedo también con esta otra reflexión del controvertido filósofo de lo callejero que define el naufragio del periodismo musical. Este párrafo sigue a otro, en el que Castro nos explica lo opaco de las letras de Nathy Peluso que provocan todo tipo de especulaciones en las redes sociales:
“He aquí una de las razones por las cuales el periodismo musical se ha convertido a lo largo de la década de 2010 en una versión humana e imperfecta de los algoritmos de recomendación de Youtube o de Spotify, limitándose a dar listas de singles o de discos parecidos a los que uno ya ha escuchado y apreciado previamente, sin ofrecer un mínimo de crítica o análisis de los artistas que se están comentando: por la sencilla razón de que el propio público ya es capaz de hacer esa hermenéutica él solito, sin necesidad de intermediarios, expresándose libremente a través de las redes sociales y de las secciones de comentarios, y ese público no está dispuesto a soportar a ningún experto, enteradillo o «periolisto» que quiera decirle lo que tiene que pensar acerca de un producto cultural…”.
Otra manera de esquivar el síndrome del FOMO es recurrir a efemérides.
Hoy, por ejemplo, se cumplen 30 años de un suceso que colapsó a la opinión pública francesa. Jean-Claude Romand, -buen vecino, siempre saludaba-, acorralado por una mentira que se le fue de madre (y de padre), decidió matar a toda su familia. 18 años estuvo simulando que trabajaba en la OMS.
Unos pocos años después, Emmanuel Carrère saltó a la fama como escritor con el libro El adversario en el que documenta la vida del propio Romand. El libro es una pesadilla para los mentirosillos. Espeluznante cuando el protagonista lleva a su hijo hasta las oficinas de la OMS y le señala donde está la ventana de su supuesto despacho. Produce una desazón indescriptible pensar que un día se te ocurre mentir y al tiempo esa bola de nieve te arrincona hasta un callejón sin salida. Un sueño recurrente que tengo es que de una mentira que digo sin querer va y al final se desencadena la tercera guerra mundial.
Porque el adversario es siempre uno mismo.
Phran nos abre las puertas de su estudio